Mi propuesta de trabajo está centrada primordialmente en dar una mayor cabida a la lectura y a la escritura en las aulas de Secundaria. Bajo mi punto de vista estas dos destrezas han sido y son poco valoradas en la mayoría de centros educativos y como consecuencia poco trabajadas. Este aspecto debería cambiar radicalmente. Como bien es sabido leer y escribir constituyen esencialmente los medios a través de los cuales se puede comunicar una información más allá de la interacción cara a cara. A partir de ellas los alumnos pueden organizar el conocimiento y elaborar nuevos significados, es decir, la mayoría de textos que encontramos poseen el significado que su autor quiso imprimirles además de aquél que le extrae cualquier lector que se enfrenta a su lectura.
Por otro lado, me gustaría hacer mención a lo importante que se presenta la escritura colaborativa. Ésta se erige en paradigma de la enseñanza de la composición escrita. Sin una intención y un destinatario el alumno (escritor) no se esmeraría en pensar qué puede interesar al alumno (lector). De esta forma resulta claro pensar que a escribir se aprende no es algo innato o no de cada individuo.
Por tanto, si el profesor que se enfrente a un aula de Secundaria tiene en cuenta estos y otros aspectos de origen similar puede llegar a dar con las claves necesarias para un mejor desarrollo de las destrezas básicas que ocupan esta innovación: lectora y escritora.
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